domingo, 26 de junio de 2011

El Lenguaje del amor



Los términos “lenguaje“ y “amor” han sido usados de una forma tan indiscriminada que  resulta una odisea llegar a una definición real de ambos. Pero ¿Qué ocurre cuando ambos términos se juntan para llevarnos a lo que el vulgo  conoce como “EL LENGUAJE DEL AMOR”? , aunque que el lenguaje y el amor sean dos cosas distintas si observamos con cuidado veremos que son muy complementarios uno del otro, ya que el lenguaje permite la interacción de este  ser de palabra al que denominamos “ser humano” ayudándolo a expresar lo que desde la antigüedad se designa como “amor”.

Haciendo uso de “el aspecto creativo” una característica importante del lenguaje, el ser humano es capaz de usar el lenguaje para crear todo un universo de herramientas lingüísticas que más tarde jugarán a su favor en el campo del amor. Un ejemplo claro de ello son las diferentes obras en verso que combinan de forma armoniosa las distintas unidades gramaticales que las conforman.
Cuando la persona alcanza la madurez sexual comienza un proceso de búsqueda instintiva de pareja; así se sabe por estudios que los ojos detectan automáticamente a los del sexo opuesto  (los ojos están orientados a ver el rostro  y la pelvis) aunque todo este proceso se ejecuta en  forma inconsciente esto nos da prueba de que el enamoramiento es un proceso psicológico sentimental con una base fisiológica, la cual comienza con una atracción física y una infatuación o deslumbramiento.
Sin embargo el amor no implica un factor físico únicamente sino que está conformado por  otros elementos que determinan el gusto por alguien, nos referimos a los factores psicológicos que no suelen ser objetivos ya que se ajustan a ciertas necesidades personales. Es aquí donde el lenguaje y sus componentes juegan un papel de vital importancia, así por ejemplo, observamos que para acercarnos a alguien que nos agrada es preciso ejecutar bien la facultad del habla.

El habla nos facilita la labor del cortejo al tener múltiples posibilidades de expresión y nos ayuda a  incorporar un estilo peculiar en las frases de afecto que expresemos a la persona amada.
Creado por: Gloria Toala

jueves, 23 de junio de 2011

La comunicacion

 ''Los diferentes medios de comunicación nunca serán un sustituto para la cara de alguien que alienta con su alma a otra persona a ser valiente y honesta''.

Charles Dickens 


La comunicación es fundamental dentro de una sociedad, uno de los medios por los cuales se expresa el ser humano son por medio de un lenguaje oral (la palabra), un lenguaje escrito y otro por medio de señas o códigos, entre otros.

Los sujetos usamos distintas formas para comunicarnos, y   para que esto se necesita de un emisor, quien es el que se encarga de transmitir y codificar el mensaje. Un receptor, es la persona que descodifica el mensaje. y por su puesto un mensaje, que es el contenido que se quiere explicar.
¿Qué pasa cuando los seres humanos no podemos captar un mensaje? Pues les diré todo se vuelve un completo caos, nos disgustamos, gritamos, y hasta lloramos, por eso es esencial seguir unas cuantos pasos que más adelante  les dejare para que revisen y no comentan estos errores que muchas veces nos cuestan hasta el puesto en un trabajo, grandes peleas familiares, discusiones amorosas y hasta la amistad de un buen amigo.
Pasos para una buena comunicación:
ü  Hay que comprender y escuchar lo que el otro dice y siente.
ü  Pensar antes de hablar.
ü  Escuchar con atención y luego dar su nuestro punto de vista.
ü  Hablar sin discutir, juntar las opiniones y llegar a una solución.
ü  Expresa lo que sientes de una manera moderada y permite que el otro diga lo que siente.
ü  No te pongas a la defensiva y habla de una forma positiva.
ü  Enfrenta al problema no a la persona
ü  Hay que tomar una decisión que sea justa dentro de la realidad y estar en común acuerdo.
La buena comunicación tiene algunas características que todos conocemos: escuchar con atención, no acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar un lenguaje propio y moderado, lo cual demuestra educación y trato delicado hacia las personas.
Aprender a ceder y lo más importante no imponer ni obligar que todos piensen y actúen como él, de tal forma que las opiniones de los demás quedan a un lado y le damos valor alguno a lo piensan o lo que quieren expresar por esto lo invito a que reflexionen y que lean los pasos para que no cometan errores. AUN ESTAMOS A TIEMPO.
''LA PALABRA TE INSTRUYE, OTRAS VECES TE DESTRUYE PERO AL FINAL TE CONSTRUYE'' CAROLINA RAMOS. PIENSALO...
Creado por: Adriana Cedeño

    miércoles, 8 de junio de 2011

    Lo que tu rostro dice de ti (Lenguaje Facial)

     “La biología humana constituye un amplio potencial para percibir, pensar, sentir, la personalidad, el uso de herramientas, la comunicación y la interacción social y La psicología reconoce la importancia crucial de la Biología para la Psicología.”

    Lev  Vygotsky

    La Fisiognomía se trata del estudio del comportamiento de las persona a través de sus rasgos faciales.

    Características frontales:
    El estudio de las características frontales forma una valiosa ayuda a la fisiognomía, ya que observaciones menores corroboran las más importantes y algunas veces suministran puntos distintos propios. Ellas son las siguientes:

    La frente:
    Se relaciona con la capacidad intelectual del hombre. Suele tener varias formas que toman en cuenta los fisonomistas.
    Ancha: Pertenece a un individuo que es capaz de lograr un alto grado intelectual, que alimenta constantemente porque despeja incógnitas.  Además, les gustan las teorías y el estudio de las filosofías.
    Estrecha: Este tipo de frente está relacionada con la persona que analiza muy bien los temas, pero que le cuesta trabajo asimilar los conceptos nuevos.
    Alta: Denota un tipo fuertemente mental
    Baja: Demuestra una naturaleza directa y no dada a las teorías, de aquí la tendencia a clasificar estas personas como poco intelectuales.

    Las cejas:
    Tanto su forma como su abundancia o escasez tienen la particularidad de transformar la expresión de la cara.
    Pobladas: Indican una naturaleza intensa, sensualidad, ímpetu y temperamento fogoso, pero con tendencia a dominar.
    Finas o delgadas: Refleja una persona que se deja influenciar con relativa facilidad y además son muy exigente.
    Largas: Usualmente son personas que procuran alcanzar el triunfo.
    Cortas: Reflejan una personalidad imprevisible.
    Muy juntas: Indican un sujeto enérgico, posesivo, celoso e inseguro.
    Separadas: Señalan adaptabilidad, pero también una persona que cae fácilmente bajo influencias extrañas.
    En ángulo: Denota creatividad e imaginativa
    Curvas: Muestran una naturaleza curiosa.
    Inclinadas hacia arriba: Ambición.
    Inclinadas hacia abajo: Irritación, resignación y algo de petulancia
    Rectas: señalan una naturaleza alerta, cultivada y llena de actividad y acción.

    Los ojos:
    Dicen mucho y su expresión se conserva a lo largo de la vida sin importar la edad.
    Grandes: Revelan una personalidad idealista, soñadora y siempre optimista.
    Pequeños: Denotan una persona activa, hábil e inquieta intelectualmente
    Protuberantes: Reflejan una buena memoria
    Hundidos: Usualmente denota un ser introvertido, callado y prevenido.
    Muy juntos: Muestran inseguridad y nostalgia.
    Separados: Reflejan una naturaleza egoísta y con tendencia a la improvisación.
    Ovalados: Muestran gran inteligencia y sagacidad, pero también disposición a creer rumores
    Redondos: Denota una persona confiada con emotividad, imaginación, observación, pero a veces ingenua.
    Ojos muy abiertos: señalan a una persona amistosa, confiada.

    La nariz:
    Es considerada como  la parte más importante de la zona emocional para quienes realizan la lectura del rostro
    Grande: denota voluntad, originalidad, perseverancia, pero con agresividad
    Pequeña: Debilidad, volubilidad, indolencia. impulsivo, irritable y desordenado.
    Fina: Señala a una persona nerviosa, irritable y que fácilmente se incomoda
    Ancha: señala una naturaleza exuberante y turbulenta que a menudo es descuidada.
    Larga: Denota una persona cuidadosa, preocupada y  que puede destacarse laboralmente.
    Corta: Refleja a una persona alegre, que puede hacer caso omiso de las consecuencias.
    Recta: (al ser mirada de perfil) denota sensatez, el individuo es valiente, leal e idealista.
     Aguileña: propia de alguien excéntrico, intrépido y con marcada tendencia al liderazgo.
    Corta y respingona: Amigable.
    Respingada: esta forma graciosa revela optimismo, alegría, pasión y sensibilidad extrema.
    Base ancha: responsable, algo perfeccionista y amante de los grandes placeres de la vida.

    Orejas:
    Ya en la antigüedad llamaban poderosamente la atención de los estudiosos, por su variedad de formas y tamaños.
    Altas: (llegan a la altura de las cejas), persona pensante, práctica, con creencias bien definidas.
    Bajas: (el pabellón auditivo queda a la altura de la nariz), indican que el individuo es inteligente y con gran agilidad mental.
    Grandes: Ambición, intuición, atrevimiento y sin duda reflejan coraje para vencer cualquier tipo de obstáculo por difícil que sea.
    Pequeñas: señal de creatividad y timidez que se puede vencer sin mayor dificultad.
    Puntiagudas o de 'gnomo': personas maliciosas, pero inteligentes, ingeniosos y sensuales.
    Redondeadas: Sociabilidad, sensualidad, extraversión.

    Boca:
    Grande: Demuestra tendencia marcada hacia las cosas materiales y de naturaleza liberal, a veces extravagante
    Pequeña: individuo discreto, observador y meticuloso.
    Recta: representa el equilibrio en todos los aspectos.
    Voluminosos: si es el superior, busca la espiritualidad a toda costa. Si se trata del inferior, gusta de las cosas mundanas, intrascendentes.
    Hundida:   persona de carácter fuerte y avara.
    Comisuras hacia arriba: Optimismo, seguridad y orgullo.
    Comisuras hacia abajo: Melancolía, inseguridad y pesimismo.
    Labio superior elevado por un lado: Sarcasmo e ironía.
    Labio superior grueso: Arrogancia, ambición, intolerancia.
    Labio inferior de gran tamaño: Debilidad y egoísmo.
    Labio superior que sobresale del inferior: Afectuosidad, sociabilidad y generosidad.
    Labios delgados: Introversión, avaricia.

    Mentón:
    Conocido también como barbilla o mandíbula; denota a primera vista el empuje o la pusilanimidad del individuo.
    Ancha: Sentido práctico, Perseverancia. Resolución.
    Estrecha: Imaginación, sensibilidad pasividad. Susceptibilidad
    Cuadrado: Tenacidad, resolución, meticulosidad.
    Redondo: Creatividad, adaptabilidad, extraversión, imaginación.
    Con hoyuelo: Simpatía, vitalidad y habilidad.
    Larga: Denota una naturaleza resistente, que no cede.
    Corta: Señala a una persona variable que se cambia a otras cosas si es obstaculizada.

    La fisiognomía es el arte de estudiar las cabezas y las caras (forma de la nariz, cejas, etc.) y su origen es muy antiguo, los antiguos chinos crearon el método Siang Mien a través del cual interpretaban la forma de la cara; conocimiento que fue transmitido oralmente. Más tarde, Aristóteles también se interesó por la fisiognomía y vinculó los grupos temperamentales con la forma geométrica de la cabeza y de la cara (los sanguíneos con el cuadrado, los rubicundos y coléricos con el círculo y los flemáticos y melancólicos con el triángulo). Inclusive, Pitágoras analizaba detenidamente los rostros de los jóvenes que aspiraban a ser alumnos suyos para decidir si eran admitidos.
    El pionero en este campo fue el místico suizo, Johann Kaspar Lavater, cuyo poder de observación lo convenció de que aún las más ocultas tendencias del ser humano podían ser determinadas por los rostros y estableció un sistema de fisiognomía que fue publicado al principio de la Revolución Norteamericana.
    Sin embargo la fisiognomía no deja de ser una pseudociencia basada en la idea de que por el estudio de la apariencia externa de una persona, sobre todo su cara, puede conocerse el carácter o personalidad de ésta.
    Una fisiognomía de correlación científica, según la cual hay una relativa correlación estadística entre rasgos físicos (particularmente faciales) y rasgos de carácter, debido a las preferencias físicas de la persona causadas por los correspondientes rasgos de carácter, de manera que la misma causa genética subyacente genética causaría tal correlación. Este tipo de fisionomía se basa en el determinismo genético del carácter. Aunque este tipo de fisiognomía también ha sido generalmente refutado, la idea ha vuelto a aparecer en variantes modernas, como la personología y la morfopsicología, sin fundamentación empírica.
    Fisiognomía: ¿realidad o pura fantasía?
    Ahora querido lector le dejamos esta interrogante para que usted mismo se la responda según lo expuesto en este artículo, pues la aceptación o rechazo de esta “teoría de la personalidad” dependerá netamente de usted y sus creencias, después de todo es subjetivo.

    By: David Ruiz