¿Ya te dije que
quisiera ser como el viento que juega con tu pelo y acaricia tus labios?
¿Ya te confesé que
me siento aedo cuando leo la poesía que descubro en tu rostro?
Ya le revelé al
cielo nocturno que te pienso cada noche,
Ya saben las olas
que comparo tu belleza con la inmensidad del océano,
Ya sabe mi pluma
que tú eres la que me inspira.
¿Ya te conté que me
siento un loco cuando me pierdo en tus ojos y tus mejillas?
¿Ya sabias que te
pienso como quien añora un tesoro, no para poseerlo sino para admirarlo?
¿No lo hice?
No importa, no es
nada.