El Señor de tardío caminar
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, apoyado en su bastón que le ayuda a soportar el peso de todos sus recuerdos ávidos de ser mencionados en una conversación.
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, con la figura encorvada por buscar en el suelo aquellos sueños que dejó caer en el pasado por cumplir con sus obligaciones.
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, con la mirada perdida, pues está mirando al pasado, haciendo una remembranza de todas sus glorias, sus aventuras, su vida.
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, con la mano en perpetuo movimiento, porque nadie le va a quitar las ganas de seguirse moviendo.
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, con la escucha sesgada, porque ya no está para escuchar pendejadas, porque ya lo ha escuchado todo, porque es muy valioso su tiempo.
Ahí va pasando el señor de tardío caminar, con aciertos y desaciertos ahí sigue estando, ya no se mueve como antes, ahora es más sabio y cauteloso, ya no está para dar pasos en falso.
Ahí va él, por ahí voy yo, para allá vamos todos.