La Vitrina de la Vida
Heme aquí, estacionado frente a la vitrina de la vida, mirando todo lo que no puedo comprar. Anuncios van y vienen; aún sin buscarlos, los encuentro; aún sin quererlo, me hacen desearlo.
Parece que el mundo
está lleno de cosas que no puedo adquirir
Heme aquí,
estacionado frente a la vitrina de la vida, un lugar del cual no me puedo librar,
pero donde tampoco puedo acceder, no tengo cupo suficiente.
Parece que una vida
no alcanza para todo esto.
Heme aquí,
estacionado frente a la vitrina de la vida; un lugar lleno de falsas
oportunidades, con la billetera llena de deudas y escasa de dinero, con los
bolsillos agujereados, el corazón empeñado y la vida pasando factura.
La vida es lo que es
(no es compasiva, no es benévola, simplemente es lo que es) y yo soy todo lo
que puedo ser y es obvio que no me alcanza para todo esto.
Heme aquí, estacionado
frente a la vitrina de la vida y aquí parece que me quedaré, estacionado en la vida.